Qué fácil es hablar de "tus amigos".
Cuando los tienes disfrutas de su compañía,
de saber que están, de saber que lo son.
A veces los descuidamos, precisamente por pensar que los teníamos;
podemos incluso llegar a perderlos.
Sin embargo, algo tiene la amistad que de pronto reaparece
y te vuelve a reunir de nuevo con esos amigos,
para recordarte lo díficil que se hace estar sin ellos,
para saber pedir disculpas por tus torpezas
y de pronto te sientes de nuevo inmerso en ese halo de bienestar
que te proporciona la cercanía del alma de un amigo.
Gracias, ¡amigo!
