Nubes grises jalonan el cielo; algunos rayos de sol intentan colarse por las ventanas marcadas por las gotas aún húmedas de la primera lluvia del día.
Cuesta enfrentarse al atardecer del año y a un nuevo y largo día de trabajo; a lo gris y triste, sin embargo algo me alegra el alma. Pienso en el pasado verano; en el cálido sol sobre mi piel y en los maravillosos atardeceres de Andalucía. ¿Será que añoro aquellos parajes llenos de luz? Cualquier día volveré allí y quizás, quien sabe, me quede allí para siempre.